Oleo/lienzo - Titulo: Flores silvestres - Autor: José Higueras Mora - Este cuadro sirve para rendir homenaje a un pueblo, a un país, a una cultura. |
Cierro los ojos con fuerza y me tapo los oídos: no quiero ver, no quiero escuchar. Mi corazón esta dolido.
Mientras tengo mis sentidos cerrados, mi mente va recordando, paseando por todos los lugares, y, me aterrorizo, mientras veo como pasan ahora las secuencias del dolor.
¿Qué ha pasado? ¡Dios mío! Me doy cuenta que no importa ser rico ni pobre, el mal rompe la barrera causando: terror, y dolor, por donde pasea ¡No puedo escribir! ¡No puedo seguir! Un nudo me atenaza la garganta y mis ojos descargan miles de lágrimas por todos aquellos que han desaparecido y que nunca volverán.
Japón y los japoneses, una raza de sumisión, como una piña se unen ante el dolor, sin alaridos, sintiendo la punzada en lo más profundo, sufren en silencio: el dolor, la escasez, el desconcierto ante el no saber que puede pasar. Todos siguen con su calma, en sus sitios, en ese lugar de la espera, apoyando a los suyos, su educación, su cultura tan especial, tan distinta a la nuestra, dando siempre ejemplo de convivencia.
¿Qué más les puede pasar?
Ahora que parecía que iban a remontar de nuevo el mal les acecha. Es un país con tendencia a sufrir esos terremotos. Recuerdo el Kobe nuevo que yo, cuando llegue conocí, lo había destruido completamente un temblor ¡Ese también fue un nuevo remonte! Y ¿para que hablar de las guerras que han sufrido? Una tras otra, también eso lo superaron con la misma disciplina de siempre. Volvemos a recordar otro gran dolor, la segunda guerra mundial les regalo: Hiroshima, Nagasaki, los dos pueblos pudieron sentir el más horrendo terror de aquellos difíciles momentos; las bombas irrumpieron sobre ellos, y, sobre sus cabezas, todavía se notan las secuelas. De nuevo su silencio, el ejemplo de aquellas personas que aun sufren. Así podemos ir sumando una cosa sobre otra.
Ahora, después de veinte largos años su economía de nuevo se alzaba, de pronto, un “mazazo” les cae, pero no uno solo: Terremoto, sunami, y, eso sería... nada. Una central nuclear esta hecha pedazos. Gente: muerta, desaparecida, que es todavía peor la incertidumbre del no saber, pueblos derruidos, catástrofe, y, radiactividad pululando sobre sus: cabezas, cuerpos, almas y todo lo que se pueda pensar.
Mientras ellos, en silencio, soportando estoicamente su dolor y apoyando a su pueblo, a su gente, por que eso les engrandece.
Me uno a su dolor, me pongo junto a ellos y pido por que todo se pare, que no sigan esas tremendas desgracias que sus creencias y las nuestras se unan y paren el dolor de un pueblo, de un país, de una cultura rica en sentimientos.
3 comentarios:
Higorca,llevo dos días "echando agua a los reactores...".Mi mente se niega a la desesperanza y encendí la fé todo el día en una vela,que me tiene en vilo,amiga...!
Quiero creer que por fín hay una pequeña esperanza...Han logrado conectar un cable y han puesto en marcha el sistema de refrigeración,eso he leido ahora mismo en Google,noticias de Japón...Me agarro con todas mis fuerzas a "esta luz" y te la comunico amiga,Dios quiera que sea cierta...!!!
Estoy tratando de hacer cambios entre mis hermanos,para poder asistir el día 9 de abril a tu evento.Disculpa que no te haya contestado antes.Me hace mucha ilusión conocerte a ti y a tu mundo,amiga...Pronto te lo confirmo.
Te dejo mi gratitud por tu inmensidad y mi abrazo grande,siempre.
M.Jesús
Hola Higorca:
Son un ejemplo de disciplina y laboriosidad.
Has hecho muy buena entrada de homenaje a este Pais y personas.
Petons y una abraçada, Montserrat
El dolor es tan inmenso que es imposible abarcarlo. Por mucho que uno quiera no es fácil meterse en su piel y sufrir con ellos. Pero siempre podemos rezar por ellos para que Dios les ayude a sobrellevar esta gran desgracia y la amenaza que se cierne sobre sus cabezas.
Me alegra saber por uno de los comentarios que tu evento es el día 9. Espero que todo vaya estupendamente, tal como a ti te gustaría.
Un abrazo fuerte
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