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| Oleo/tabla - Titulo: Cristo en el ocaso - Autor: José Higueras |
Hoy el flamenco se ha vestido de luto, también España y por ende todo aquel que ame el cante grande, el cante bueno. Ese cante que embruja como embrujaba ese hombre que nos ha dejado. MORENTE, EL GRAN MORENTE.
¡Hay es ná! Como diría un flamenco. Granada, el Albaicin. Donde nació, creció y se hizo cantante, donde sus trinos flamencos llenaban los aires, donde al compás del “rasgueo” de una guitarra fue desgranando las notas que surtían de su garganta. Manantial de poemas hechos música, manantial de seguidillas, de soleas, de fandangos, de cante jondo, de cante grande.
¡Hay Granada que grande! Tierra de hombres cabales, se van, se pierden y al mismo tiempo entre las ramas de tus árboles se enredan, se quedan como velando. Nunca se irán, Enrique Morente, jamás morirá, su voz sera como un retumbar por esas calles de su tierra ¡¡Sigue cantando, sigue!! Que al cantar los ángeles a sus balcones de algodón sus cabezas, sus rosadas caras asomarán. GRACIAS POR DEJARNOS TU VOZ, TU LEGADO. D E P
