Acuarela de otoño - Autor: José Higueras
Acuarela de otoño - Autor: José Higueras
Sabia que una nueva estación había llegado, claro ¡era el otoño! Cada día al levantarme miraba a través de los cristales de mi ventana y me decía a mi misma; Es imposible, todo sigue igual, quizás tarde un poco más en llegar esta época, ese tiempo revoltoso que nos trae unos días frío y otros calor, bueno, quiero decir buen tiempo, de ese que no hace falta llevar abrigo.
Mis árboles estaban todos vestidos, eso sí de un color maravilloso, amarillos fuertes, verdes distintos al verano, rojos impresionantes y alguna hoja en esos tonos tierra llenos de matices que tanto me gustan, pero en suelo ¡nada! Todo igual que antes y el día ¡¡muy bueno!! Me gusta salir al jardín en esos días de calma, cuando el sol da ese calor que necesitamos los seres vivos. Porque es en este tiempo cuando mejor se saborea ese rayo que llega hasta nosotros.
De golpe el cielo se pone gris, gris plomo, casi negro y un fuerte aire, como si el dios Eolo, hubiera enfurecido de golpe y quisiera con sus soplos destruir todo aquello que encontraba en su camino.
Aquella mañana al levantarme y mirar comprendí, que ahora sí ¡Ahora estamos en otoño! Con desaliento vi como mis árboles se habían quedado desnudos cual esqueleto en espera de su mortaja y de su entierro.
Me sentí desolada, todo el suelo estaba lleno de hojas ¡¡una alfombra de mil colores parece el suelo de mi jardín!!
Dos días de fuerte vendaval, de lluvia y frío, de no poder salir a mirar, el viento ululaba con fuerza y a mi me parecía que los que pedían ayuda era mis pobres árboles al ver que nadie ponía fin a esa desnudez forzosa que nos trae tan desapacible y rara estación del otoño, y... cada mañana cuando miro a través de los cristales de mi ventana me digo a mi misma ¡¡Ahora sí es verdad que ha llegado el otoño!!
8 comentarios:
Aquí las pinturas me traen cierta melancolía no así el texto, parecería que te gusta el otoño ¿eh? Un abrazo
Higorca los cuadros muestran ese otoño,que viene probando y templando fuerzas...En uno está el cielo revuelto,mirando la humildad del suelo, y en el otro,ese arbolito,que tiene vida propia y pide a gritos que,alguien lo proteja...!!
Tu escrito,como siempre natural,espontaneo y se sale del post...Ese sentimiento que quiere arropar a los árboles y protegerlos del viento...!
Te felicito,amiga.
Y te dejo mi abrazo inmenso.
M.Jesús
Hola Higorca, las acuarelas son bellísimas.
Cuánto frio debe hacer en la Mancha.
Aquí en Valencia parecía que fuérmos a volar.
Me ha gustado mucho tu escrito.
Un abrazo, Montserrat
Un bonito texto para unos maravillosos óleos.
Qué pareja mas "guapa" formáis
Besazos
Me ha gustado mucho tu descripción: hace sentir el cambio que se opera en la naturaleza: el paso de la combinación de colores maravillosos, a la desolación de los árboles desnudos. Pero él otoño también me habla del calor del hogar. Las acuarelas reflejan lo que tu glosas.
Un abrazo fuerte
Me encanta el otoño, todo que tiene de melancólico lo tiene de hermoso.
Preciosas acuarelas y texto.
Besos querida amiga y buen fin de semana
A Salto De Mata
Viajeros Sin Limite
Pase a dejarte un abrazo, en mi blog no se pueden dejar comentarios por eso viene a dejartelo aquí. He leído lo que has escrito, hay una cosa muy importante para todas las personas que hemos nacido en este mundo y es que todo es un ciclo que se repite, las estaciones del año también lo son y la vida forma parte de ellas. Todo pasa y todo llega, esos árboles se volveran a vestir con hojas maravillosas y los trinos alegres de hermosos pájaros. Te dejo todo el cariño de mi corazón.
Sin darme cuenta, a medida que leía (después de ver las pinturas),sentí que estaba caminando a tu lado, viendo ese cielo, sintiendo ese viento, y miraba las hojas de los árboles caer sobre nosotras.
Caminé a tu lado, me trasnportaste a tu tiempo y espacio.
Por un momento sentí algo de tristeza, será que el otoño es el que anuncia el invierno que llegará posteriormente.
Pero esa tristeza se iba cuando me daba cuenta que caminaba a tu lado y manteníamos charlas, silencios, cruzábamos calles.
Volvíamos a "tu jardín mágico", nos sentábamos en los sillones bellísimos que tenés ahí, ¿y sabés que que pasó Higor?, me di cuenta que el otoño al lado de una amiga tan querida se convertía en PRIMAVERA, porque los colores brillantes, las hojas en el pasto que estaban iluminadas, todo ese colorido lo provocaba tu presencia.
Gracias por este otoño que me supiste regalar, gracias por llevarme de la mano por tus calles, gracias por dejarme mirar por tu ventana hacia el jardín y más que nada, gracias por mandar aire puro a mi espacio.
Te quiero mucho amiga del alma
Sil
Publicar un comentario