LOS FRUTOS DEL OTOÑO

Nuestro jardín, en el, la higuera, dueña y señora del mismo

Oleo/tabla-Titulo: Los higos-Autor: José Higueras

Oleo/tabla-Titulo: Frutos del otoño-Autor: José Higueras

Cuando el verano va decayendo, y el otoño empieza asomando allá, en lontananza, es el momento de ver en nuestro jardín la higuera, llena de ese rico fruto ya maduro y delicioso, esos hijos que la madre naturaleza nos regala y que nos ofrece su dulce sabor. Es un placer al levantarse por las mañanas todavía sin frío y salir para coger unos cuantos para desayunar. Muchas veces el rocío los cubre y parece que los has sacado de un frigorífico; fresquitos saben a gloria. 
Es un árbol agradecido y si os dais cuenta hace honor al apellido del hombre que un día al llegar a esta casa la planto. Siempre que alguien nos ha visitado, al verla, han dicho ¡que  enorme! Y es verdad no se como lo hace, o como lo ha hecho el propio arbusto para crecer y tener un tronco tan enorme, puedo decir que estamos orgullosos de él o de ella, de nuestra higuera.

Pero no solamente nosotros somos los que comemos y hacemos compota, o algunos en brandy para poder comer en cualquier momento como postre o como una pequeña golosina. También podemos ver durante todo el día un montón de pajarillos, de tórtolas, palomas, y otras especies que andan picoteando y llenando sus estómagos con esa delicia, ya podemos salir que no se asustan mientras comen, es como si nos dijesen que están en su casa. La verdad es que se llena de fruto, tiene tantos, que hay para nosotros, para guardar, regalar, caerse al suelo y dar alimento a todos y todas ellas.
Además de tener esa especie de ficus, también disfrutamos de una buena sombra, y de la alegría del piar y elevar bellos cantos de todos aquellos que a cambio de comida nos deleitan y nos regalan sus trinos y gorjeos ¡¡¡Es un buen cambio!!!