A LA LUZ DE LAS VELAS

Oleo pintado por José Higueras

Mirando este cuadro puedo imaginar un sin fin de historias; recordar otras y dejar volar mis pensamientos, como la alondra vuela en el espacio.

Todo y cada una de las cosas que hay sobre la mesa, es un recuerdo evocador, un recordar a todos los que de alguna manera trajeron cada detalle del mismo.

Pensamientos que recorren kilómetros, papeles que se levantan con el aire que pasa por la ventana entreabierta del ocaso del día, ese aire que es como una caricia para esas flores cortadas en el jardín del artista, puestas con el cariño de la mano femenina que acaricia el suave pelo canoso mientras él pinta.

Papeles, libros cogidos de la estantería de esa librería llena de polvo pero que conserva el añejo amor a un trabajo y a un estudiar del dueño de la misma mientras piensa siempre delante de un lienzo blanco el que poner sobre el.

La mesa, su mesa, la que carga con todo el peso de aquello que más tarde estará sellado con el óleo de la sabidurías.

Son tantas cosas las que me evocan los trabajos del pintor, que cada uno de ellos son para mí algo nuevo que palpita dentro de nosotros como ese tic, tac del reloj o del corazón.